Las primeras gotas de lluvia pueden parecer inofensivas, incluso agradables después de tanto calor. Pero no hay que subestimar lo que una temporada de lluvias intensa puede causar: inundaciones, filtraciones, daños estructurales, pérdidas materiales… y eso solo en los primeros días.
Por eso, prepararse con anticipación no es una opción, es una necesidad. A continuación, te compartimos un checklist práctico para proteger lo que más te importa: tu hogar, tu auto y tu negocio.
HOGAR: que la lluvia no te tome por sorpresa
1. Revisa techos y azoteas: Busca filtraciones, tejas sueltas, grietas o acumulación de hojas. Una limpieza oportuna puede evitar goteras y humedades.
2. Limpia las coladeras y canaletas: Asegúrate de que el agua fluya sin obstrucciones. Una coladera tapada puede convertirse en una pesadilla.
3. Protege puertas y ventanas: Verifica que cierren correctamente y sella los bordes si es necesario. Las corrientes de aire y el agua pueden filtrarse fácilmente.
4. Desconecta aparatos electrónicos: Durante tormentas fuertes, los apagones o variaciones de voltaje son comunes. Usa reguladores o desconéctalos como medida preventiva.
5. Ten a la mano un plan de emergencia: Linterna, documentos importantes en bolsas herméticas, un botiquín básico y números de emergencia a la vista.
AUTO: la prevención también va sobre ruedas
1. Evita circular por zonas inundadas: No pongas tu vida ni tu auto en riesgo. Si hay caminos alternos, úsalos.
2. Revisa frenos, limpiaparabrisas y luces: Estos elementos son clave para conducir con seguridad bajo la lluvia.
3. Estaciona en lugares seguros: Si sabes que en tu zona hay riesgo de inundación, busca opciones elevadas o techadas.
4. Guarda tu póliza de seguro a la mano: Más vale tenerla localizable en caso de una eventualidad.
NEGOCIO: tu inversión también necesita protección
1. Evalúa riesgos específicos: ¿Tu negocio está en planta baja? ¿Cerca de un canal? Anticípate con medidas preventivas como barreras de agua o sellado de entradas.
2. Protege tus equipos y mercancía: Almacena lo más valioso en estanterías elevadas o en pisos superiores.
3. Revisa tus pólizas de seguro: Asegúrate de que cubran daños por fenómenos naturales. Y si ya tienes una… ¡que esté vigente y actualizada!
4. Plan de contingencia para empleados: Establece protocolos de seguridad y rutas de evacuación. La prevención también es cuidar a tu equipo.
Un último consejo: ¡Apóyate con expertos!
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